La quinta etapa del camino baja hasta la pintoresca aldea de Quintáns, situada en la remansada orilla del Ulla. Desde allí el Camino A Orixe remonta el tramo final del río Ulla hasta el lugar mismo en que según la tradición, arribó la barca apostólica con los restos del apóstol. El primer punto de importancia, en la otra margen de río son las torres de oeste, que en tiempos protegieron la entrada de la ría y el acceso por mar a la Tierra de Santiago. El camino sigue, orilla arriba hacia Bexo, con su isla, y las brañas de laíño. El peregrino camina ahora por tierras del municipio de Dodro, un espacio agrícola fertilizado por los aluviones que arrastra el Ulla.

A su paso encontrará interesantes muestras de arquitectura popular como el conjunto de hórreos de Imo, o el hórreo do Arco de Castro junto templos monumentales como el de San Xián de Laíño o Santa María de Dodro. Cercano ya a Padrón, lugar de arribada de la barca apostólica, flaqueará el pazo barroco de Lestrove, lugar de solaz y descanso para los arzobispos compostelanos y dejará a su izquierda el santuario de Santiaguiño do Monte, tan ligado a la tradición Jacobea. El final de etapa se alcanza a orillas del Sar, lugar donde bajo el altar de la iglesia de Santiago, se conserva el "pedrón" al que arribaron los discípulos con el cuerpo de Santiago Zebedeo.

Hórreos de Imo

En la aldea de Imo tendremos la oportunidad de ver un impresionante conjunto de hórreos, una de las construcciones gallegas más emblemáticas, datados en el siglo XVIII. Se trata de 11 hórreos, del llamado tipo Mahía, de planta rectangular con soleras de cantería y tornarratos corridos, erguidos sobre muros transversales que actúan como soportes, y claros con balaústres  de  madera separados por columnas de piedra.

Palacio de Lestrobe

Este reconocido edificio, original  del siglo XVI, fue durante siglos la residencia de recreo de los prelados compostelanos. El palacio experimentó numerosas remodelaciones a lo largo de los años. El arzobispo Felipe Fernández Vallejo hizo una nueva capilla comunicada interiormente con el pazo y levantó la fuente del patio, coronada por un Santiago peregrino. Hacia el suroeste, sobre siete arcos de piedra interiores, se levanta una balconada desde la que hay una vista incomparable de las brañas y pastos de Lestrobe. En lo alto de la fachada del edificio se representa el escudo de armas del prelado Vallejo, que también encargó las obras de la escalera principal y los retablos de la capilla. El pazo pasó a manos privadas, y en la actualidad opera como un hotel.

Padrón

La quinta jornada de nuestra ruta termina en Padrón, una ciudad que guarda una especial vinculación con el Camino de Santiago. De hecho, se trata del primer lugar que aparece mencionado en la leyenda jacobea. En esta ciudad, localizada con la confluencia entre los ríos Ulla y Sar, convergen distintas variantes del Camino. Además de este punto capital,   el casco histórico de Padrón presenta otros atractivos que merece la pena descubrir, como el Convento do Carme, con su mirador con vistas a toda la ciudad y la fuente de piedra donde aparece grabada una imagen de la traslatio. 

Del mismo modo, podemos visitar la Casa Museo de Rosalía de Castro, la escritora gallega más reconocida, o degustar los famosos pimientos de Herbón.

Una vez allí, tenemos la obligación de visitar el famoso “pedrón”, un antiguo miliario romano dedicado al dios Neptuno que, según la tradición, marca el lugar donde amarró la barca que transportaba los restos del Apóstol al llegar a Galicia. En la actualidad, este “pedrón” se encuentra bajo el altar mayor de la Iglesia de Santiago.