La última etapa es, para el caminante, un recorrido por escenarios de la leyenda apostólica: Iria Flavia, obispado altomedieval, precursor de la diócesis compostelana, el castro Lupario, fortaleza de la Raíña Lupa. El peregrino, sigue hacia Compostela, por Porta de Maniños y el sobresaliente santurio de A Escravitude. El camiño asciende, de manera poco perceptible, pero de forma constante, por Cruces, Anguieira de Suso y A Picaraña. Al llegar a Faramello y Rúa de Francos el enigmático Castro de Francos destaca al oeste su silueta montañesca.

En Rúa de Francos se conserva uno de los cruceros más antiguos de Galicia, en una pintoresca encrucijada. El Camino sigue, evitando la carretera N-550, hasta la poblada localidad de Milladoiro, puerta casi de la ciudad del Apóstol. Resta aún pasar por lugares como el castillo de A Rocha Forte, fortaleza en otro tiempo de los arzobispos compostelanos. Un largo rodeo conduce los pasos del peregrino por la parroquia de Conxo, donde el paisaje se convierte en urbano. Resta enfilar la Rúa Volta do Castro y la Avda. Rosalía de Castro, para ingresar, por la Porta Faxeira, a la Compostela histórica y cubrir, por la rúa de Francos, los últimos pasos hasta la Catedral y el sepulcro apostólico.

Santuario de A Escravitude

Continuamos nuestra travesía por el ayuntamiento de Padrón hasta llegar al Santuario da Nosa Señora da Escravitude. Los orígenes del edificio, obra de José Sanmartín, se remontan al siglo XVI, pero fue terminado a finales del siglo XIX. En su exterior, destacan las dos altas torres y la escalinata de acceso. En el interior, sobresale el retablo de oro del altar mayor, así como las imágenes y pinturas murales en las que se representan los hechos que originaron la creación del templo, ligados con la Fuente Santa, que se encuentra en las inmediaciones del santuario. La tradición cuenta que un hombre enfermo, que se dirigía a Santiago para curar sus dolencias,  paró  a beber en esta fuente, pidiendo ayuda a la Virgen.

A los tres días, el hombre estaba completamente curado, y su historia atrajo a muchos devotos que acudieron al lugar, haciendo numerosas donaciones que ayudaron a levantar el templo.

Catedral de Santiago

Después de seis largas jornadas de travesía desde las tierras del Barbanza, llegamos por fin a nuestro destino: Santiago de Compostela. Cruzaremos las calles de piedra de la ciudad vieja, respirando su atmósfera atemporal, hasta alcanzar la plaza del Obradoiro, donde se alza imponen-te la Catedral de Santiago. Se trata de la obra más destacable del arte románico en España, así como uno de los lugares más importantes dentro del mundo cristiano. Desde hace cientos de años, este es el destino de millones de peregrinos que llegan a Compostela siguiendo las distintas variantes del Camino para visitar la tumba del Apóstol. El templo primigenio fue erigido en el siglo IX, tras el descubrimiento del sepulcro de Santiago, pero fue reconstruido y reformado en sucesivas ocasiones. Con el paso del tiempo, se fueron añadiendo a la planta románica elementos góticos, renacentistas y barrocos, entre los que destacan los trabajos del Mestre Mateo en el prodigioso Pórtico de la Gloria. En la actualidad, con mil años de existencia, la Catedral presenta un complejo conjunto de espacios de unos 10.000 metros cuadrados.