La segunda etapa, más larga, parte de la Capilla de A Guía, lugar de gran devoción para las gentes del mar, atravesando la localidad de Carreira. Bordea la Laguna de Vixán (de agua dulce) y continúa hasta la localidad marinera de Aguiño. Justo antes de llegar a este punto, en la playa de la Covasa se conserva el enigmático Puerto Fenicio. Se deja atrás Aguiño y su puerto atravesando varios arenales evocadores, especialmente la Playa de Castro. El peregrino camina por la orilla de lo que son ya aguas más tranquilas: entra en la ría de Arousa.

Al alcanzar el lugar de Castiñeiras el camino se aleja de la costa y transita por una zona más elevada, hasta el mirador de A Garita, que ofrece magníficas vistas de la ría. Poco después, el peregrino desciende hasta alcanzar de nuevo la orilla y continuar hasta el casco urbano de Ribeira. Esta ciudad abraza un importante puerto pesquero que bien merece una visita, aunque la ruta atraviese el casco antiguo, siga por la Plaza Compostela y deje a su izquierda el monumental templo de Santa Eugenia. El Camino sigue a la localidad de Palmeira (a 100 kilómetros de Compostela) y, por el arenal de Cabío, llega a Xobre (donde hubo un convento franciscano que acogía a peregrinos). Entra en A Pobra (donde hubo tres hospitalillos) y alcanza el templo de Santa María la Antigua, en O Caramiñal, fin de etapa.

Iglesia de Sta. María A Antiga do Caramiñal

Iglesia promovida por el señorío de Xunqueiras en el siglo XVI, y terminada casi dos siglos después, consta de una amplia nave central en forma rectangular, una capilla mayor y una sacristía. El ábside es renacentista, con gárgolas y contrafuertes, mientras que los retablos son de estilo barroco.

En la fachada, la puerta está flanqueada por dos pilastras que continúan en el frontón triangular, en cuyo tímpano aparece la figura central de la Virgen y los apóstoles Pedro y Pablo.

Iglesia de Santiago do Deán

Antes de abandonar el núcleo de A Pobra, debemos visitar la iglesia y el cruceiro de Santiago de Deán, un templo de estilo gótico marinero, original de los siglos XIV y XV, que esconde numerosos vestigios jacobeos. En la entrada, nos encontramos una enorme concha de vieira que hacía de pila bautismal, y en el altar mayor, un Apóstol Peregrino como patrón de la parroquia. La iglesia cuenta con detalles en diversos estilos, como el plateresco, el barroco y el neoclásico. Consta de una sola nave con ocho pequeñas capillas, entre las que destaca la capilla del Alba, decorada con distintos elementos arquitectónicos y figuras talladas  en granito. La parte más antigua del edificio es el ábside, con bóveda de abanico, adornada en el exterior con una escultura del Apóstol contemplando el mar. En el patio de una vivienda adyacente al atrio de la iglesia podemos ver el cruceiro de Deán, del siglo XVIII.