Entrevista a Manuel Villar, presidente del Camino A Orixe

2024-07-01 13:28:57

En agosto se cumplirá el primer año desde que Manuel Antonio Villar (Palmeira, 1964) fue nombrado nuevo presidente de la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago de Barbanza A Orixe, una entidad que en apenas siete años —y con una pandemia de por medio— ha convertido esta ruta jacobea de nueva creación en una de las que más peregrinos eligen. Para este verano se espera la llegada de varios grupos y el objetivo que se marca es seguir creciendo, un trabajo que compagina con su otra gran labor como sacerdote de tres parroquias de A Pobra y Ribeira y arcipreste de Posmarcos de Arriba.

—¿Cómo decidió embarcarse en A Orixe?

—Fue una aventura que se inició después de hacer una peregrinación organizada por la parroquia de O Caramiñal, en la que hicimos por etapas los últimos cien kilómetros del Camino Francés. Durante el recorrido surge la idea de por qué no buscamos los orígenes del Camino, porque esos orígenes están en la ría de Arousa, que es por donde entran los restos del apóstol Santiago, lo que conocemos todos como la Traslatio.

—Empezó entonces el trabajo de justificación de su existencia.

—A partir de ahí empezamos a buscar documentación y nos fuimos encontrando con distintos escritos y testimonios que demostraban su existencia. Textos firmados por Jerónimo del Hoyo, de Fray Jacobo de Castro, Martín Sarmiento, de Antonio Riobó y Seijas... Todos ellos hablaban de los peregrinos que pasaban por aquí, de que en A Pobra hubo dos hospitales para ellos y en Rianxo otro, además de que hay distintas parroquias del recorrido que llevan el nombre de Santiago. También está el Camino Real, que es un poco el origen de la ruta.

—¿Cuándo se hicieron las primeras rutas?

—La asociación queda constituida en el año 2017 y las primeras rutas comienzan al año siguiente y desde entonces se ha ido consolidando. En el año 2022 por este camino pasaron cerca de 2.000 jóvenes de una peregrinación europea, fue una experiencia fantástica.

—¿Qué previsiones hay para este verano?

—La verdad es que hay un goteo constante de peregrinos a lo largo del año, y en estas semanas están llegando muchos grupos tanto españoles como de italianos, portugueses y algún irlandés y polaco. Además de todos los que van por su cuenta, este verano estamos trabajando con siete grupos de distintas diócesis y colegios que van a mover a 600 personas. A estos grupos grandes intentamos facilitarles el alojamiento y en esto tenemos que estar muy agradecidos a los concellos de Ribeira, A Pobra, Boiro, Rianxo y Dodro porque nos facilitan muchísimo la labor dejándonos pabellones para que puedan pernoctar.

—Hablando de pernoctar, ¿se echa en falta en la comarca que haya albergues?

—Sí, ese es un tema pendiente que contribuiría a dar un mayor impulso a esta ruta. Hay tres o cuatro personas que están interesadas en el tema y a ver si fructifican, porque por el momento solo hay un establecimiento en Corrubedo donde dejan dormir por unos 20 euros, pero se necesitan más.

—Otro tema pendiente es que la Xunta reconozca este camino dentro de las rutas oficiales.

—Sí. Tenemos que ir poco a poco, pero que la Xunta reconozca esta ruta es la piedra que nos queda. Hay que consolidar primero la experiencia, hay que consolidar la ruta, y una vez que lo consigamos intentaremos lograr esa validación. Para nosotros lo fundamental era que el peregrino que hace este camino obtuviese la compostela y ese reconocimiento de la Iglesia ya lo tenemos, creo que desde el 2019, porque la última etapa de la ruta se hace desde Padrón por el Camino Portugués.

—¿Qué destacan los peregrinos de A Orixe?

—Poder caminar al lado del mar. Desde el principio una de las metas que teníamos clara es que el camino debía tener siempre el mar lo más cerquita posible porque es el camino que acompaña la entrada del Apóstol en la ría de Arousa. Eso lo conseguimos a lo largo de todo el recorrido hasta llegar a Padrón.

—¿Qué recomendaciones da a las personas que quieran realizar esta ruta?

—Es un recorrido sencillo, y yo pienso que la etapa más complicada es la que discurre entre Boiro y Rianxo, y desde allí hasta Dodro, que a lo mejor es un poco más difícil, pero no mucho más. La ventaja que tiene A Orixe es que se puede ir haciendo por etapas: este mes haces una, el otro la siguiente... Y si tienes varios días libres es fantástico poder hacerlo de una tacada.

—Otro aspecto que cuidan mucho es la señalización.

—Sí, porque nos hemos dado cuenta de que es fundamental para que el peregrino tenga una buena experiencia, y no se pierda. Es algo que agradecen infinito, que esté bien marcado, y por eso desde la asociación realizamos dos veces al año el recorrido para repasar la señalización.

—También apuestan por las nuevas tecnologías.

—Sí, es algo fundamental hoy en día. Por eso hace unos meses pusimos en marcha una página web de A Orixe donde se puede encontrar toda la información de esta ruta.

Vía: La voz de Galicia